diumenge, 13 de gener del 2019

HA NACIDO UNA ESTRELLA LLAMADA LUKA DONCIC



Desde que comenzó la temporada en la NBA no he parado de leer en la prensa elogios hacia la figura de Luka Doncic.

Debo confesar que desde hace unos años que le sigo la pista desde que debutara con su ex-equipo, el Real Madrid, con la temprana edad de 16 años y 2 meses y siendo el tercer jugador más joven en debutar en la ACB.

Desde el punto de vista del Marketing nos encontramos con un deportista que se encuentra en su etapa inicial del ciclo de vida de su carrera deportiva.




Diferenciación y Posicionamiento


Luka Doncic se ha convertido en un producto estrella muy precoz desde que debutará con 16 años en nuestra Liga profesional de la ACB hasta su salto a la NBA en esta temporada. Todo ha sido muy rápido y se trata, sin ninguna duda, de un producto que hará historia porque su ciclo deportivo será muy largo y con grandes logros por el camino.

No es que lo diga yo, es que Doncic tiene una gran diferenciación como producto que sus competidores se encuentran a años luz. Uno de mis autores de Marketing preferidos, Michael Porter, diría que las ventajas competitivas de Luka como jugador de baloncesto están muy por encima de sus competidores.

Sus competencias personales y profesionales le hacen ser un jugador muy superior a sus rivales.
Todavía recuerdo el primer año que debuto con el Real Madrid que durante todo ese verano se marchó a EE.UU para mejorar sus prestaciones en la pista.

Luka es un deportista que ha dedicado un gran esfuerzo en horas en aprender sus movimientos de base y/o escolta y esto se percibe durante los partidos en los que le he visto actuar.

Pero uno de los aspectos que más aprecio desde fuera es su actitud natural de asumir riesgos de poder decidir los partidos para su temprana edad. Ya lo hacía desde que debutó con 16 años con el Real Madrid y ello le llevo a que su ex-entrenador, Pablo Laso, le leyera la cartilla en más de una ocasión. No me extraña en absoluto sus decisiones que está tomando en la NBA con su equipo Dallas Mavericks que le llevan a ser portada tras portada.


Durante los partidos actuales de la NBA su talento natural es muy reconocible porque acumula más minutos de lo normal para ser novato.

Su repertorio es muy extenso y notorio: entra hacia la canasta muy vertical y directo; asiste a sus compañeros, mete más puntos que nadie de su equipo; tira mucho y encesta canastas de tres desde posiciones inverosímiles , toma decisiones arriesgadas impropias de su edad que le llevan a decidir partidos etc...

Se aprecia que algunos movimientos y recursos que utiliza son muy trabajados desde el laboratorio y con horas de dedicación dan su fruto, como es el caso de una de sus jugadas preferidas, el pasito para adelante, otro para atrás y canasta de tres.  Esta es la tarjeta de visita de Luka Doncic que va dejando por las pistas que pasa de la NBA. Y a los aficionados que le vimos en España y en el Real Madrid no nos sorprende porque ya lo hacía aquí.


Y es que no puedo olvidarme de la parte de culpa que tuvo Doncic de que su ex-equipo, el Real Madrid, fuese campeón de la última Euroliga, siendo su figura reconocida como mejor jugador de toda la Euroliga y de la final de Belgrado ante el Fenerbahce.

Y es que se trata de un pipiolo con un gran talento muy prematuro con una gran carrera deportiva muy prometedora por delante.

En algunas entrevistas que he seguido de Luka le he oído decir que para él el baloncesto es un juego en el que se divierte y así  percibe su desarrollo en los partidos.



La Lukamanía ya está instalada en la NBA. En su equipo actual, los Dallas Maveriks, se frotan las manos con el novato porque puede ser su jugador franquicia durante muchos años.

El equipo de  Dallas puede tener entre sus manos el sustituto del legendario Nowitzki que con 40 años da sus últimos coletazos a su ciclo de vida deportivo tan exitoso.

La Lukamanía acaba de empezar pero el posicionamiento del niño prodigio esloveno es brutal porque ya se habla incluso de su participación en este próximo All-Star de la NBA que se celebrará en este próximo mes de febrero. Y precisamente durante este mes también cumplirá 20 años.

La imagen de Doncic sube como la espuma y además de Nike que ya lo patrocina las marcas se lo rifan. Me pregunto cuánto vale ya la marca Luka Doncic y acaba de llegar a la mejor Liga Profesional que es la NBA. Me hace recordar los inicios de Michael Jordan que fue muy talentoso cuando Chicago lo fichó procedente de la Universidad de Carolina del Norte. Las comparaciones son odiosas pero en ambos casos nos encontramos con inicios de carreras deportivas fugaces, similares y con un ciclo de vida deportivo, en el caso de Jordan, muy largo y exitoso.


Luka Doncic en su presentación del Draft de la NBA
Me pregunto si ocurrirá lo mismo con este chaval de casi 20 años que el curso pasado jugaba en el Real Madrid y que en su primera temporada con Dallas promedia cifras de estrella (18 puntos por partido, 6'5 rebotes y 4 asistencias).

De momento ha iniciado uno de los comienzos  en la NBA más espectaculares que se recuerden y va camino de ser nombrado mejor debutante de la temporada. El novato o rookie es capaz de liderar a Dallas Mavericks y decidir partidos en los momentos más increíbles. Y por cierto hablando de Marketing su camiseta vuela en la tienda oficial de Dallas y cuenta con casi dos millones de seguidores en Instagram.


Su adaptación tan rápida en la mejor Liga Profesional de estrellas como es la NBA  hace presagiar optimismo y esperanza que ha nacido una estrella y que su ciclo de vida será muy largo.

Luka lo sabe y sigue jugando en la pista con un gran posicionamiento de humildad y sus entrevistas delatan su perfil tímido propio de un chaval que va a lo suyo sin hacer mucho ruido.

Luka Doncic es un filón para los lovermarks y las marcas. Su carrera deportiva acaba de empezar y ya es una estrella que nos tiene atrapados en su gran desafío por mejorar.

Y el recorrido y el vuelo que tiene es muy alto, y es un gran producto para nuestros sentidos.

Y por cierto se apunta alguien a ir a verlo jugar a Dallas....!




David Pasarín




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