dijous, 30 de març del 2023

NUESTRO CEREBRO ES EXTRAORDINARIO EN PENSAMIENTOS, SENTIMIENTOS Y ACTUACIONES

 

LEED LA SIGUIENTE PUBLICACIÓN  LOS ALUMNOS DEL CFGS DE MARKETING Y PUBLICIDAD 2 Y HAY QUE RESPONDER A LA SIGUIENTE PREGUNTA DE ABAJO PARA EL CRÉDITO DE NEUROMARKETING  


Los seres humanos somos muy grandes. Pensamos, sentimos y actuamos por razones racionales y/o emocionales. Mis alumnos de Marketing y Publicidad de segundo curso conocen actuaciones racionales y emocionales en nuestras clases durante estos dos años en los que estamos coincidiendo.


3 cebreros para pensar, sentir y actuar

Precisamente nuestro cerebro toma decisiones en cualquier momento. Nos preguntamos por qué actuamos de una manera u otra en diferentes situaciones.

La respuesta se encuentra en los tres cerebros que contamos para sobrevivir y crecer. Nuestros pensamientos vienen del cerebro racional Neocórtex que decide cuando nuestras razones son poderosas.

El centro de nuestro cerebro se encuentra en el límbico que es la zona donde nuestras emociones y sentimientos afloran para dar respuestas irracionales. El deseo y el placer se da cita en nuestras decisiones de compra y consumo y de otra índole por la zona accumbens  y dejamos en un lugar secundario las razones. Cuántos de nosotros hemos tomado decisiones por emociones y sentimientos aún sabiendo que podemos estar equivocados y nuestro cerebro racional nos avisa y lo reconoce.

Menos mal que también tenemos un cerebro que actúa para nuestra supervivencia y nos avisa. El cerebro reptiliano cuida nuestro bienestar físico y se adapta para que estemos bien.

La interrelación entre los tres cerebros hace que tengamos pensamientos, sentimientos y actuaciones para la toma de decisiones. El conocimiento de cada uno de nosotros en muy complejo. Hay personas que se consideran más racionales y otras, por el contrario, más irracionales. A pesar de todo para nuestras decisiones combinamos ambas creyendo que es lo mejor para nuestra supervivencia y bienestar.

Al Marketing le interesa las razones y las emociones en la toma de decisiones de las empresas y los consumidores. Nuestros cerebros están expuestos a cientos de decisiones que tomamos a diario. Y seguramente que algunas serán resultado de pensamientos más racionales y otras nos dejamos llevar más por nuestros sentimientos y emociones....

Las empresas y las personas no dejan de sorprendernos en su decisiones y lo vemos en los medios de comunicación y en las redes sociales. Reflexionamos que hay detrás de lo que los usuarios publican en las redes sociales. Se mueven por decisiones racionales y/o emocionales a hora de posicionar sus ideas y proyectos. La respuesta no es nada fácil. Porque nuestro cerebro piensa, siente y actua de forma diferente para cada caso.

Llegado hasta aquí, mi cerebro tiene muy claro que esta publicación viene como consecuencia de los tres ejemplos que os pondré a continuación. Los protagonistas son dos personas y una empresa y me pregunto qué razones y/o emociones les movió a cada uno de ellos a actuar a su manera.......


El primer caso se trata de Adrià Ballester con su peculiar proyecto. Coincidió en mis clases de ADE en 2012 y ya su talento personal y ayuda a los compañeros le posicionaban por entonces. Años después crea su proyecto The Free Conversations Movement (Movimiento de las Conversaciones Gratis ) que regala conversaciones en plena calle....

La primera vez que supe de ello pensé qué original y creativo y luego que le mueve a actuar de esta manera y ahora qué pensamientos y sentimientos y actuaciones le arrastran a ello. Ahora os pondré enseguida la entrevista que le hizo La Vanguardia en 2019 para que podamos entender por qué su cerebro piensa, siente y actua. así....


El segundo caso también tiene una gran diferenciación para la marca de supermercado holandesa Jumbo. También es original su genial idea que iniciaron de forma piloto en un supermercado y, en poco tiempo, viendo el éxito de su iniciativa lo extendieron a 200 puntos de venta.

No penséis que me olvidaba la idea. Todos los supermercados buscan que los consumidores permanezcan más tiempo dentro de las tiendas porque ello incrementa las ventas. Mis alumnos saben que las técnicas de la música, colocaciones de los productos, luces, etc...no son casuales con el objetivo de que los comercios ganen más dinero.

Pues, Jumbo abrió cajas de pago más lentas en un supermercado para combatir la soledad especialmente de las personas más mayores. Su éxito fue brutal y lo hicieron extensible a más supermercados de su marca. Es un Marketing solidario y me pregunto qué razones y/o emociones llevó a Jumbo a pensar, sentir y actuar así....


Y el tercer ejemplo parece sacado de un guion de una película pero no es el caso. Os imagináis que estáis en vuestro puesto de trabajo y aparece vuestro novio/a y os sorprende....

Esto lo paso a una chica que se encontraba trabajando en Mercadona y se presenta su novio para sorprenderla. El resultado es genial. Me pregunto qué pensamientos, emociones y actuaciones llevó al chico a sorprender a su chica....

Os dejo con las tres noticias que valen la pena leerlas porque los seres humanos somos muy grandes...


David Pasarín


Hay que responder a la pregunta de abajo después de leer las tres noticias siguientes


El joven que regala conversaciones en plena calle

TIENE 25 AÑOS

Adrià Ballester lleva casi tres años plantando dos sillas en el Arc de Triomf de Barcelona para escuchar a quien desee charlar con él


Adrià lleva casi tres años ofreciendo conversaciones gratuitas en el Arc de Triomf de Barcelona

 LV / Kim Manresa


Josep Fita
Barcelona

¿Cuándo empezó su particular aventura?

Fue un día en que la jornada no me fue muy bien, había discutido con alguien en el trabajo, ya ni me acuerdo con quién. Fui a dar una vuelta por la ciudad y sin darme cuenta llegué hasta Collserola.

¡Menudo paseo!

Sí, y allí en la montaña me topé con un señor mayor, era la versión española de Papá Noel, y estuvimos hablando, de nada en concreto, simplemente hablando. Cuando volví a casa me di cuenta de que después de hablar con aquel hombre ya no estaba pensando en el mal día que había pasado. Y desde aquel día me di cuenta de lo importante que es hablar, y tomé la decisión de empezar este proyecto.

¿Y da consejos o se dedica a escuchar?

A escuchar. No doy consejos, nunca sabes la realidad de la otra persona, desconoces si un consejo le puede hacer bien o mal. Además, yo personalmente nunca hago caso de los consejos.

¿Hay alguna persona que haya repetido?

Sí, muchas. Hubo una que venía cada dos semanas.

¿En serio?

Sí, como si fuera la consulta del médico. Era una mujer, de unos 35 años, a quien le gustaba un hombre, pero él no le hacía caso. Lo pasaba fatal. La utilizaba para sus conveniencias.

Entiendo.

Vino durante unos tres meses, más o menos una vez cada dos semanas.

Qué curioso.

A veces vienen personas que necesitarían ir a un psicólogo, y se lo digo.

¿Ha hecho alguna amistad?

Sí, con mucha gente. Con uno incluso me fui a cenar. Era un chico que me contó una de las mejores historias con las que me he encontrado.

Me la puede explicar?

Era un chico venezolano, contable de profesión. Pero no le gustaba nada su trabajo, y eso que le dedicaba muchas horas al día. Hasta que cayó en una depresión y dejó de ir. Al final lo dejó. A raíz de ahí, empezó a dibujar, y ahora es un tatuador de mucho éxito. Viaja por todo el mundo haciendo tatuajes. Es una buena historia porque conecta con mucha gente.

¿Por qué?

Porque hay muchas personas que trabajan en algo que no les gusta y piensan que no lo pueden cambiar.

¿Y usted anima a que se siente la gente, o deja que lo hagan por iniciativa propia?

Aquí sólo se sienta la gente que quiere. A mi me da igual si lo hacen dos personas como 53. Yo me siento aquí y ofrezco conversaciones gratis, para mi es una forma de activismo.

¿Tiene un límite de tiempo por persona?

No. Lo máximo que he estado con una persona fueron cuatro horas de reloj. Una conversación normal se puede alargar entre 20 y 30 minutos.

¿Y qué dice su familia?

Siempre me han apoyado, tanto mis padres como mi pareja. Puede ser que algún conocido haya pensado, siempre desde el buen sentido, que estoy como una regadera, pero es algo que nunca me ha importado.

¿Hay alguna persona que le ha confesado algo inconfesable?

Sí. Hubo un hombre que me explicó que había contratado a un sicario en Colombia para matar a otra persona. La charla tuvo lugar este verano.

¿Y se lo contó porque se sentía mal?

Para nada. Me lo explicó con toda la tranquilidad. Además me contó cómo funcionaba el sistema allí.

¿El sistema de sicarios?

Sí, me contó que vivía en la zona más conflictiva de un área de allí, y que cada barrio tenía su propia oficina de sicarios, y que si querías matar a alguien, tenías que ir a la oficina de tu barrio.

¿En serio?

Sí, y que si ibas a una que no te correspondía te decían que fueras a la tuya. Me explicó que era muy normal matar a gente allí, que si tenías un conflicto con alguien era mejor que lo mataras antes de que él te matara a ti. El encargo le costó 200 euros al cambio.

Menuda historia.

Me han explicado muchas cosas impactantes. Una mujer me explicó el caso de un amigo suyo que trabajaba en Médicos Sin Fronteras, también en Colombia. La guerrilla de las FARC lo secuestró. Y cuando lo iban a matar, ya tenía el cañón de la pistola en la sien, uno de ellos lo reconoció. ‘¡Pero si tú eres uno de los que cura a mi hija!’, le dijo. Y se salvó.

¿Y hasta cuándo tiene pensado ofrecer conversaciones gratuitas en plena calle?

Sabes qué pasa, que estoy tan enamorado del proyecto que no me imagino que un día se acabe. Es más, en los próximos meses sufrirá un boom impresionante.

¿Por qué?

Porque estoy trabajando con una empresa en una página web. Hay un par de compañías que me han ayudado a financiarla y que ya son patrocinadoras del movimiento The Free Conversations Movement [Movimiento de las Conversaciones Gratis]. Y con la página web vendrán voluntarios de otros países.

¿Internacionalizará el movimiento?

Así es. Me hace mucha ilusión. En Liverpool ya hay gente interesada, también en Lisboa. Y en Hong Kong.

Increíble.

Nunca he buscado a nadie, surge. En Instagram publico las historias que me parecen más interesantes, pero lo hago sin ningún tipo de filtro. Pueden ser buenas, malas, feas, homófobas, racistas, lo que sea, porque nuestra sociedad es así. Y hay gente que luego me critica. ‘¿Cómo puedes publicar algo así?’, me preguntan. Porque estas personas existen.

¿En cuántos idiomas puede mantener una conversación?

En inglés, catalán, castellano, italiano y en portugués, aunque los dos últimos no los hablo pero los entiendo, y respondo a las personas en castellano.

¿Recuerda la primera conversación que tuvo?

Ostras, si no me falla la memoria, fue con una mujer asiática. Fue curioso porque ella no hablaba ni inglés, ni español, ni nada. Hizo cuatro intentos de hablar, y se fue.

¿Ha tenido algún problema con la policía?

Sí, me dicen que estoy ocupando un espacio público. Recuerdo la primera vez que vinieron, fue en un momento en que yo ni me planteaba si lo que hacía era legal o no. Pensé que el policía quería sentarse, y le dije que lo hiciera. Me dijo que era policía, a lo que yo le respondí que era un colectivo que no era de mi agrado, pero que invitaba a todo el mundo a sentarse.

Me temo que no se lo tomaría demasiado bien…

Me abroncó, se enfado mucho. Pero de verdad pensé que quería sentarse.

¿Y se ha tenido que marchar alguna vez?

Sí, y me da mucha rabia porque acarrear todo este atrezo no es fácil [carga a cuestas con dos sillas y el cartel donde anuncia que ofrece conversaciones gratuitas]. Y las veces que me han echado, siempre ha salido alguien en mi defensa. ‘¿Por qué echáis al chaval? ¡Está ofreciendo conversaciones gratis hombre!’, les dicen.

Qué bueno.

Te prometo que no volveré a marcharme nunca más.

¿De verdad?

La próxima vez me comeré la multa y la recurriré, estoy cansado de irme. Nunca me han multado porque me he marchado. A decir verdad, la última vez que vinieron ya no me fui.

¿Ah no?

No, y no pasó nada. Muy amablemente el policía me dijo que en un rato pasaría su jefe, que era mucho peor que él y que me pondría una multa mayor. Le dije que correría el riesgo. El jefe pasó, pero no se paró. En ese momento estaba hablando con una persona, y cuando estoy con alguien no se atreven a hacer nada. Se detienen, pero luego se van.

Exponerse en medio de la calle, a la vista de las personas que pasean, ¿no le da algo de vergüenza?

Al principio sí. Ahora ninguna, cero.

¿Y se ha encontrado con alguien que le haya increpado, que se haya burlado de usted?

No. Alguna vez ha venido alguien bajo los efectos de alguna droga. Si vienen serenos, para mi no hay ningún problema. Pero si vienen molestando…

¿Ha habido alguna vez que haya vuelto a casa sin hablar con nadie?

No, sí que es verdad que en alguna ocasión sólo ha venido una persona.

¿Y qué hace mientras espera que se siente alguien?

Leo, o escribo las historias, que luego cuelgo en Instagram. Para mí es muy importante, porque a partir de ahí aparecen personas que se sienten identificadas con alguna de ellas, y acabo conectando personas.

Conecta personas…

Sí, es la segunda parte del movimiento. Cuando hay alguna historia que me parece relevante, apunto el teléfono de la persona. Si alguien me contacta por Instagram, pues les pongo en contacto, y se ayudan unos a otros.

Suena maravilloso.

Un día me vino una persona de Venezuela, una mujer con su hija pequeña. Ambas huían de lo que sucede en su país. Allí era psicóloga, pero aquí no le convalidaban el título. Lo había perdido todo. Me dijo, ‘lo que más me molesta es no tener dinero para pagarle a mi hija las clases de danza’. Le pregunté cuánto costaban, me dijo que entre 25 y 30 euros al mes. Subí la historia al Instagram y aparecieron varias personas dispuestas a poner un euro para pagar un mes de clase.

¿En serio?

Sí, y al cabo de tres meses la mujer consiguió trabajo y devolvió el dinero. En la página web que está en construcción habrá un apartado para hacer un donativo para la historia que uno quiera. Yo me he gastado dinero también, en un par de ocasiones, aunque intento no hacerlo, mi economía no da para mucho.

¿En alguna de las historias?

Sí, puse una parte para pagar un mes de las clases de danza, y participé en otra historia de una mujer francesa que tenía la pareja viviendo en otra ciudad. Ella era de Marsella y él de Burdeos. Yo pasé por algo así, mi actual pareja vivía en Lituania. Le pagué un billete de vuelo, 50 euros me costó.

Caray.

No es nada. ¡Sabes la cara de alegría que puso ella!

¿Y qué le aporta a usted hacer lo que hace?

Mucho. Me aporta conocer muchas cosas de otros países que de otra forma no podría conocer.

Y las personas que se sientan, ¿se muestran agradecidas con usted?

Muchísimo. Hay personas que rompen a llorar.

Me lo imagino.

Recuerdo el caso de un norteamericano que vino a Barcelona con la chica que le gustaba, pero no eran pareja. Aquí le pidió que salieran juntos, y le dijo que no. El chico estaba destrozado.

¿Y usted se ha emocionado con alguna historia?

Con una. Era la de un hombre, llamado José. Había estado en prisión ocho años. Era drogadicto, pero lo dejó mientras estaba en la cárcel. Llevaba 12 años sin consumir. A él le había ayudado la prisión, estaba muy contento de haber estado ahí. Entró en un programa de desintoxicación en la cárcel, le daban metadona. Un día le dijeron que llevaba dos meses tomando zumo de naranja. Era un placebo. Me emocionó cuando me dijo que lo que no pudo hacer, por estar en prisión, era despedirse de su madre, que falleció mientras él estaba preso. Su madre pensaba que era culpable, sin embargo, y esa era su versión, ahí no entro, me explicó que pagó por algo que había hecho otro.

¿Alguna vez ha hablado con más de una persona a la vez?

Sí. A veces se sientan parejas. Lo que sí me ha ocurrido, y es muy curioso, es que en un primer momento se sientan dos personas, luego aparece una tercera que le llama la atención vernos ahí, y al final se junta un grupo. Alguna vez me he vuelto a casa y ellos se han quedado hablando, incluso se han ido a tomar algo juntos.


Una cadena de supermercados holandesa estrena "las cajas lentas" para combatir la soledad: "Es un lugar de encuentro"




  • La cadena de supermercado Jumbo implementó unas "cajas habladoras" para combatir la soledad

  • La inciativa tuvo tan buena acogida que se multiplicó en 200 tiendas del país

  • El proyecto tiene como objetivo "ralentizar la vida" y devolver la interacción humana para ayudar a las personas a no sentirse solas, especialmente los de la tercera edad

La soledad es un tópico muy recurrente en los tiempos en los que vivimos y la parsimonia ha pasado a ser un lujo. El avance de la tecnología y el "acelere" en el que la sociedad está sumido es un auténtico frenesí. Pese a que muchas personas vivan en "modo avión" y puedan adaptarse a este modelo que predomina, muchas otras personas, especialmente las mayores, no logran acomodarse y su sensación de individualidad incrementa.

La cadena de supermercado holandesa Jumbo, se ha percatado de esta problemática y como "deber empresarial" ha querido combatir contra la falta de interacción humana que ha sido reemplazada por las máquinas instalando unos "cajeros lentos". Estas cajas llamadas Kletskassa (en holandés "caja habladora") tienen como objetivo "ralentizar la vida" y ofrecer a la persona un rato de charla y tener más contacto con el entorno para hacer frente al sentimiento de soledad que pueden sufrir algunos, espEn este plano, el proyecto ha sido tan exitoso durante el 2021 que luego de hacer un prototipo solamente en una de sus tiendas, en 2022 implementaron 200 más en diferentes tiendas. "La cadena de supermercados holandesa Jumbo introdujo cajas lentas para las personas que disfrutan conversar, ayudando a muchas personas, especialmente a personas mayores, a lidiar con la soledad", ha sido el usuario de Twitter, Dirk Jannssen el que compartió la iniciativa en redes y en cuestión de minutos se hizo viral y con muy buena acogida con más de 3 millones de visualizaciones y 60 mil "me gusta".

Las razones detrás

En el 90% de los locales de servicio contienen algunas cajas en donde uno es posible hacer transacciones a través de máquinas en el menor tiempo posible ya que buscan efectividad y "velocidad", como todo en la actualidad. Del lado opuesto, Colette Cloosterman-Van Eerd, el director de comunicaciones de Jumbo ha hablado sobre este proyecto y sus objetivos como "deber social": "Muchas personas, especialmente las personas mayores, pueden sentirse solas. Como empresa familiar y cadena de supermercados tenemos un papel importante en la sociedad. Nuestros locales son un lugar de encuentro", expresó y añadió; "Estamos orgullos de que muchos de nuestros cajeros estén encantados de sentarse tras nuestras ‘Kletskassa. Apoyan la iniciativa y quieren ayudar a la gente a establecer contacto con otras personas de manera totalmente desinteresada. Se trata de un pequeño gesto muy valioso".


Un chico sorprende a su novia y le pide matrimonio en un supermercado, con una tuna y entre botes de champú



  • El vídeo de la pedida de matrimonio lo han compartido en TikTok, donde se ha vuelto muy viral

  • La chica estaba trabajando en Mercadona cuando apareció su novio por sorpresa en el supermercado con una tuna

Con mucho amor de por medio, casi cualquier lugar puede ser el idóneo para pedirle matrimonio a tu pareja; sin embargo, hay espacios que son especiales para algunas parejas y otro que son simplemente bonitos o románticos.

No obstante, si pensamos en un lugar romántico, jamás se nos vendría a la cabeza un supermercado, concretamente un Mercadona, que es donde tuvo lugar una de las pedidas de matrimonio más virales del momento, la cual acumula ya más de 639.000 reproducciones en TikTok.

La pedida, tuvo lugar en el pasillo de perfumería del Mercadona mientras les cantaban unos tunos. Así es, parece surrealista o sacado de una película española de domingo por la tarde, pero es completamente cierto y un chico lo ha grabado y compartido en su perfil de TikTok.

Pedida de matrimonio en Mercadona y rodeados de personas

La chica a la que su novio le ha pedido matrimonio trabaja en el Mercadona y ha sido él quien ha interrumpido, por sorpresa para ella, su jornada laboral mientras ella estaba trabajando como dependienta de este supermercado.

"Voy al Mercadona y pasa esto", ha escrito el chico en el vídeo viral. "Vivimos en una simulación", añade. Además, en el vídeo se puede ver como la señora está trabajando tranquilamente cuando, de repente, aparece una tuna que se acerca a ella y le empieza a cantar.

A continuación, entre productos de peluquería y de higiene, él se arrodilla frente a ella, abre la caja del anillo y le pregunta a su chica si se quiere casar con él. Ella, mientras toda esta escena se produce, no da crédito a lo que está ocurriendo y le da un beso, después, un abrazo.

Todo el mundo que estaba en ese momento en el supermercado, cerca de ellos, se les quedó mirando impresionados. No podían creer lo que estaban viendo y no es para menos; además, muchos de los presentes los grabaron o les sacaron fotos.

El vídeo ha sido toda una sensación en redes sociales y es por eso que pueden leerse en él miles de comentarios como: "Por favor que en su boda pongan la canción del Mercadona" o "no sabéis como la entiendo. A mí tampoco me daba tiempo de nada cuando trabajaba en Mercadona. Buena forma de conciliar vida laboral y familiar".


Pregunta


Después de leer la publicación con los tres ejemplos elige uno de ellos y comenta individualmente cuáles piensas que son las razones y/o emociones que llevaron a sus protagonistas a pensar, sentir y actuar a su manera

                                                                    (  Mínimo 100 palabras en tu contestación )


Último día para responder a la pregunta hoy martes hasta las 16 horas de forma individual

Subiré una actividad en el moodle en la UF1 MP15 Neuromarketing y Marketing sensorial para contestar individualmente


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